"Soy Saltatrampas Furrfoot. Encantado de conocerte. Mis amigos me llaman Saltatrampas. Lamento haberte asustado. La verdad es que los humanos sois un manojo de nervios, pero imagino que no lo podéis remediar. ¿Sabías que tu puerta estaba atascada?" -- Saltatrampas Furrfoot.
El "tío" anecdótico Saltatrampas Furfoot es un kender y el pariente favorito del famoso Tasslehoff Burrfoot (y de cualquier otro kender que viviese).
Presentaba un aire demasiado cosmopolita para un kender. Debía haber rebasado ampliamente la madurez, a juzga por la extensa red de diminutas arrugas marcadas en su rostro, los mechones grises esparcidos por el cabello cobrizo y recogido en el habitual copete, y el timbre profundo de su voz. Se cubría con na costosa capa de terciopelo de un tono púrpura tan oscuro que casi parecía negro y las calzas eran del mismo color inusual. La túnica, verde esmeralda, iba sujeta con un cinturón ancho de cuero negro que disimulaba una barriga incipiente. En torno a la garganta, colgaba un collar de huesos de un color blanco ceniciento. Las cejas rojizas, en las que se entremezclaban algunas canas. Sus ojos eran verde oliva, algo almendrados.
A los kender se les dicen historias de su "Tío Saltatrampas" a temprana edad, para inspirar y atemorizarlos. Los adultos kender habitualmente lo referían como "Tío Saltatrampas" para ilustrar una cualidad de ellos mismos, o de los kender en general.
No está claro si el "Tío Saltatrampas" es una figura histórica o legendaria. Pero, en el caso de Tasslehoff recuerda que es un hermano de su madre, de la familia Burrfoot. Él recuerda que la semejanza de los apellidos produce una gran confusión en las fiestas familiares. Saltatrampas Burrfoot se quedaría con su familia después de que su esposa muriera durante la luna de miel. Al menos, él supuso que había muerto. Saltatrampas y su esposa habían decidido no hacer su viaje de luna de miel por los lugares acostumbrados. Decidieron ir de luna de miel a la luna. Aunque no lo consiguieron pusieron todo su empeño en lograrlo. Compraron una pócima mágica en la Feria de Primavera, en Kendermore. Cada uno de ellos bebió la mitad, cerraron los ojos, y pensaron en la luna, tal como el vendedor les había dicho que hicieran. Sin embargo, cuando tío Saltatrampas abrió los ojos, se encontraba todavía en medio del bullicio de la feria. Y su esposa había desaparecido.
Tas menciona que cuando el tío Saltatrampas relata sus vivencias, da la impresión de que escuchas una leyenda romántica.
Saltatrampas solía coleccionar huesos peculiares e interesantes, algunos de animales y otros de criaturas de todo Ansalon.
Armamento y equipo[]
De entres sus pertenencias más preciadas se encontraba un hueso blanco que parecía de alabastro, pulido, articulado, que le traía buena suerte, que procedía bien de un minotauro o de un hombre lobo, no recordaba su origen.
Fuentes[]
- MARY KIRCHOFF. (1989). El País de los Kenders (Kendermore). Preludios. Volumen II;